Giovanni Didonè nació en Cusinati, Vicenza, Italia, el 18 de marzo de 1930. Es el 4º de 11 hijos de los cuales 4 fueron religiosas y tres sacerdotes.

En esta foto vemos al padre Giovanni al centro, rodeado de sus papás Angelo y Maria, de sus hermanos y hermanas.

Después de un año de noviciado, Giovanni se hace misionero xaveriano el 12 de octubre de 1951. Fue ordenado sacerdote en Piacenza el 9 de noviembre de 1958.

Tecla, la hermana mayor de Giovanni nos dice:

Giovanni era de una simplicidad, lealtad y rectitud fuera de lo común. Nunca le oí decir mentiras o palabras vulgares o cualquier expresión maliciosa. Su mirada era luminosa, límpida, transparente como el agua de los ríos de las montañas.

 El 3 de diciembre de 1959, el padre Didonè, junto con un misionero de África y otros 4 xaverianos, entre los cuales el hemano Faccin, parten por primera vez para el Congo. Antes de salir rezaron el Credo ante la tumba de san Pedro en el Vaticano.

El 5 de junio de 1960, luego de visitar las aldeas de la parroquia, escribía:

El viaje fue largo y los caminos difíciles. Me acompañó el hermano Faccin, ambos nos dábamos ánimos. En estos últimos 15 días he saboreado la vida misionera, siento en mí una gran alegría. ¡Esta es realmente la vocación más bella!

El 15 de noviembre de 1964 Didoné escribe al catequista Rafael Pupu de Ngandja-Fizi. Es el testamento de un párroco a sus fieles, les aseguraba su firme voluntad de quedarse con ellos, presentía que lo peor estaba por llegar y los exhortaba a perseverar en la fe y en el amor de Dios:

Decía: te escribo para darte un poco de esperanza para los días que vienen. Sean fuertes, se los suplico. No se desanimen, Dios está con nosotros. Los que se desesperan no recibirán fácilmente la misericordia de Dios. Es en el momento de las pruebas que debemos dar testimonio de nuestra fe y de nuestro amor por Dios. Como pueden ver, nosotros los padres estamos en Fizi, no piensen que los padres regresarán a su país. Sépanlo bien, en vez de regresar a su país, los padres prefieren morir en su misión.

Los padres prefieren morir en su misión, estas palabras del padre Didonè reflejan una convicción común de los primeros xaverianos en el Congo quienes solían repetir una frase de san Juan Crisóstomo que dice: “recuerda que la oveja que no habrás llevado en tus hombros, la llevarás en tu conciencia”.

Huir de la misión era pues negarse a llevar la oveja en los hombros.

El 28 de noviembre de 1964, como a las 8 de la noche, los padres de Fizi oyeron llegar una camioneta a la misión. Didonè tomó su lámpara. Salió. Directamente dispararon sobre él. El padre Joubert salió y también él fue asesinado.

Según los testigos la lámpara del padre Didonè se quedó encendida hasta el amanecer. Mataron su cuerpo, pero su lámpara se quedó encendida como símbolo de la fe recibida, vivida y transmitida.

En 1995, un grupo de laicos decía del padre Didonè:

Lo llamábamos Apungu, que en nuestra lengua significa el Enviado de Dios. Visitaba nuestras aldeas con mucho entusiasmo y era sabio en sus palabras. Se hizo muy popular por su sabiduría y sus buenos consejos. No podemos olvidar el buen testimonio de vida de Apungu, nuestro primer párroco.