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Faustino Turco y A. Morales

P. Luigi Carrara

El padre Luigi Carrara nació en Cornale de Pradalunga, Italia, el 3 de marzo de 1933. Era el séptimo de 10 hermanos, tres de los cuales murieron unas semanas después de nacer. A los 18 meses de nacido Luigi se enfermó de neumonía, corría el riesgo de ser el cuarto hijo de la familia en morir. Su madre Elisabetta decía:

Luigi estaba a punto de ir al paraíso. Entonces entré al cuarto a buscar su ropa de bautismo, y lo cubrí. Junto con algunas amigas rezamos por él. En mi corazón le suplicaba al Señor diciendo que si sanaba a mi hijo, se lo consagraría a su servicio.

Luigi tenía 14 años cuando entró en la comunidad de los Misioneros Xaverianos de Pedrengo, Italia, en 1947. Hizo sus primeros votos religiosos en Ravena en 1954. Fue ordenado sacerdote el 15 de octubre de 1961. En comunidad Luigi revela un temperamento dulce y sereno al igual que su espíritu de piedad y de oración.

 Al día siguiente de su ordenación, Carrara visitó el santuario de Fontanellato. Por la noche, escribía a sus papás:

Hoy he confiado mi sacerdocio misionero a la Virgen de Fontanellato, y junto conmigo a todos ustedes. No podía entregarme en manos más seguras, esta es la fuente que nos ofrece miles de gracias cada día.

El 1 de enero de 1962, antes de partir para el Congo, escribe de nuevo a sus papás:

¡Alégrense, porque tengo una gran noticia y un gran don que compartirles! ¡He sido destinado al Congo! Un gran porvenir cristiano le espera a este país si muchas fuerzas se comprometieran de inmediato. Si nos tardamos, tal vez sea demasiado tarde. Jesús me envía en este momento de prueba para el país, es un momento tan decisivo que no me queda más que agradecer al Señor con todo mi corazón.

El padre Carrara amaba a los jóvenes, solía jugar con ellos, sobre todo al futbol. A veces venían a pedir el balón a la hora en que los padres estaban comiendo. El cocinero de la misión los regañaba, pero el padre Luigi les daba el balón diciendo que: la educación de los jóvenes no se limita sólo a la escuela y a la familia, sino que continúa también en el juego.

En marzo de 1963, Luigi se encontraba en Fizi desde donde escribe a sus papás, consciente del peligro que corría: ¡Recen y hagan rezar! Pues así como su cristianismo es el fruto de tantos mártires, de igual manera aquí la fe cristiana alcanzará su plenitud y su perfección derramando la sangre.

Carrara, como sus cohermanos, era un hombre sereno, no tenía problemas con la gente, pero su presencia y su predicación molestaban la consciencia de aquellos que querían la revolución, una ideología marxista contraria a la fe cristiana. El padre Luigi invitaba a la población a no matar, a perdonar, a dejar a un lado los conflictos inútiles.

Estaba confesando cuando la camioneta del coronel Masanga se detuvo frente a la iglesia de Baraka, el 28 de noviembre de 1964. Después de haber asistido a la muerte del hermano Vittorio y de haber sido amenazado por el coronel que lo quería llevar a Fizi para matarlo allá, el padre Luigi le responde: Si quieres matarme, prefiero morir aquí al lado de mi hermano.

Se arrodilló ante el cadáver del hermano para rezar. Una sola bala al pecho bastó, el padre Carrara murió.

Su madre lo había cubierto con la ropa de su bautizo como signo de esperanza en Dios durante la enfermedad del pequeño Luigi, y él termina su vida dando la absolución a un cristiano que había venido a confesarse. El padre fue asesinado mientras llevaba puesta la estola morada, el símbolo del perdón.

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