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P. Carlos Abraham Zamora s.x.

Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral

Escribo estas líneas precisamente durante la semana en la que se realiza en Roma un evento especial, en inicio se trataría de atender un problema local, de una zona del mundo. Sin embargo, la Iglesia se acerca a esta conferencia con una visión de comunión, de escucha y de disponibilidad a la acción. En estas líneas queremos compartir brevemente cuáles son los elementos que están en diálogo y cómo pueden influir en el próximo futuro.

 

No es común que un sínodo de ámbito regional tenga repercusiones universales tan significativas como la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica. Se trata primero de buscar un canal para poner en práctica el espíritu de la encíclica Laudato si. En este documento el papa Francisco presenta las cuestiones ambientales y sociales como indivisibles, y en pocos lugares del planeta se percibe este fenómeno con tanta evidencia como en la gran región de la Amazonia.

Una nueva tierra

No es un lugar cualquiera, sus características hacen resaltar la evidente y urgente crisis. Casi la mitad de los católicos de todo el mundo reside en América Latina, el llamado Continente de la Esperanza. Sin embargo, la tarea de la evangelización y de la promoción social y humana en la zona de la Amazonia mantiene muchos retos. Se trata de un vasto territorio de nueve países con una población de 34 millones de personas, entre las cuales, indígenas de 390 etnias diversas, con más de un centenar de ellas viviendo en aislamiento, o enfrentando la devastación de la tierra que las obliga a emigrar, a menudo para encontrar situaciones de sobrevivencia en los barrios de las grandes ciudades.

Frente a estas realidades, el papa Francisco nos recuerda que vivimos en una casa común e invita al diálogo para seguir promoviendo acciones al cuidado de la tierra, pero no son solo acciones enfocadas a la naturaleza, sino el Papa llama a iluminar y promover la vida de la comunidad cristiana.

 Un nuevo pueblo

El sínodo se enfoca en el tema de la inculturación de la fe, con la búsqueda de nuevas formas y quizás eventualmente, también nuevos ministerios. Se trata de reflexionar sobre los instrumentos y opciones que la Iglesia debe tener para, con la ayuda del Espíritu Santo, alcanzar una presencia eficaz en cada comunidad. No se trata de transformaciones sin raíces, desde siempre el pueblo de Dios se va renovando respondiendo a las necesidades particulares manteniendo la comunión universal, entre la necesidad de traducir el Evangelio a cada cultura concreta y la custodia de la unidad de la fe. Las respuestas que dé el sínodo a las urgentes necesidades de esa región, tendrán efectos en los instrumentos con los que la Iglesia realiza su misión en el mundo. Se necesita un nuevo esfuerzo, para presentar el Evangelio en un mundo que se transforma, el Sínodo de la Amazonia puede ofrecer nuevas acciones.