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P. Juan Juárez s.x.

Alcanza tu sueño

Cuando regresó a casa, Beto dedicó toda la tarde a responder la pregunta: ¿qué te gustaría ser de grande?, que su profesor le había dejado de tarea. Le pareció tan importante que incluso dibujó los caballos que le gustaría tener, pues soñaba ser domador de caballos como su papá y tener las mejores caballerizas.

Dos días después, el profesor llamó a Beto para decirle que estaba reprobado, pues había hecho mal la tarea, porque su ensayo describía cosas que nunca podría alcanzar, ya que era pobre y jamás tendría la posibilidad de hacerlas realidad. Sin embargo, le daría una segunda oportunidad, para que escribiera otro sueño que estuviera más a su nivel. Pero Beto le respondió: Usted puede mantener su calificación, yo voy a mantener mi sueño.

Pasados los años, el profesor quiso visitar el famoso rancho que tenía los mejores caballos del país, y al llegar se llevó una gran sorpresa al saber que pertenecía a Beto. Al despedirse le dijo: Ahora me doy cuenta que he sido un ladrón de sueños de muchos niños, afortunadamente tú fuiste tenaz para alcanzar el tuyo.

Vivimos en una sociedad que nos dice que solo valen aquellas personas que son triunfadoras y no hay lugar para los perdedores o loser. Y es tanta la presión que incluso hay quienes que para aparentar pertenecer al grupo selecto de los ganadores, no les importa poner en riesgo su vida, pasar por encima de los demás o incluso utilizar medios ilícitos para lograrlo.

Creo que debemos evitar dos tentaciones en nuestra vida. La primera es pensar que por las circunstancias que nos tocó nacer no podemos aspirar a nada más, no tener sueños por cumplir. Cuando vivimos de esta manera, corremos el riesgo de acomodarnos e incluso caer en una depresión que nos haga perder el gusto por vivir.

La segunda es creer que el éxito se logra de la noche a la mañana o esperar toda la vida ese golpe de suerte que nos haga verdaderamente disfrutar de la vida.

Conociendo la biografía de personas que han triunfado en la vida, nos damos cuenta que para llegar a donde están han tenido que pasar por fracasos y dificultades, como todos; la diferencia entre ellos y algunos de nosotros está en que como diría aquel compositor, los ganadores son perdedores que se levantan y lo intentan una y otra vez, y que han comprendido como diría Walt Disney, que todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos.

Una persona triunfadora, no solo es aquella que sueña con ser rica y popular, sino también aquellas personas que tienen como ideal hacer algo por los demás, como en las misiones, que cuando una comunidad animada por las palabras de Jesús, sueña en que las cosas pueden ser diferentes, con el esfuerzo de todos, aun cuando falten los medios, se logra hacer realidad hasta lo que parecía imposible.

En este mes queremos agradecer a tantas personas que nos han compartido sus ideales, y que han puesto lo mejor de sí para cumplirlos, pues su esfuerzo nos ha animado a no dejar de creer que con nuestro esfuerzo podemos colaborar para hacer realidad el sueño de Dios de hacer del mundo una sola familia, teniendo en cuenta lo que decía Gandhi: Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo vendrá a tus manos en el momento oportuno.