Skip to main content
P. Juan Antonio Flores s.x.

Una nueva misión

Las líneas de acción misionera que nos hemos dado los misioneros xaverianos reconocen e incluyen el diálogo interreligioso como una de las modalidades prioritarias de nuestro servicio a la misión Ad gentes de la Iglesia.

El diálogo interreligioso se puede realizar de varios modos: en la cercanía y en las relaciones personales con nuestros hermanos no cristianos (diálogo de vida); en el trabajo común por la promoción humana de los necesitados, y de aquellos que padecen injusticias (diálogo de las obras); en el intercambio teológico entre expertos (diálogo teológico); y en el compartir las propias riquezas espirituales entre personas bien arraigadas en su tradición de fe (diálogo de la experiencia religiosa).

Los misioneros xaverianos, desde hace unas décadas, hemos asumido el diálogo interreligioso como actividad integrante y específica de nuestra misión. Así, desde hace algunos años, veníamos considerando la apertura de una nueva misión al interno de un contexto musulmán. La oportunidad se presentó en África, particularmente en Chad, en una región llamada Mongo.

Mongo es una zona vastísima, necesitada de misioneros. Hoy en día, la zona está organizada como vicariato apostólico que comprende unas noventa comunidades de minorías cristianas. Por su situación geográfica y por los pueblos que la habitan, es una Iglesia de fronteras que van desde el desierto a las llanuras con vegetación, de las poblaciones nómadas a las sedentarias, de las etnias árabes a las negro-africanas, del islam y animismo al cristianismo. Su población, en general, es de 3,7 millones.

Las regiones donde está presente el vicariato son mayoritariamente rurales. Las aglomeraciones son raras y está muy débilmente habitado al norte. Los nómadas (árabes o zaghawa) apacientan sus dromedarios y bovinos. Los agricultores, en gran parte la mayoría, producen sorgo, cacahuates, ajonjolí.

Los cambios climáticos debidos a la disminución de las lluvias, alargan las extensiones saharianas. Esto conduce a un movimiento lento pero continuo de poblaciones del norte hacia el sur, causando muchos conflictos. Esas poblaciones viven en un medio muy hostil, el desierto, y su educación está basada sobre la necesidad de sobrevivir. Esto causa graves problemas entre los cultivadores y los nómadas. Hay regularmente enfrentamientos por el acceso al agua de los pozos, o por un campo de sorgo devastado por las bestias…

Las regiones del vicariato sufren los principales problemas que se extienden a todo el país: inseguridad alimenticia, dificultad para acceder a la salud y a la educación, dependencia climática y el impacto de los movimientos de las poblaciones, flujo de refugiados…

Uno de los mayores problemas es la inseguridad alimenticia. La agricultura encuentra problemas a causa de los cambios climáticos, sequía o muy fuertes lluvias, aunados a problemas de producción como la pobreza del suelo, la falta de conocimiento sobre cultivos más adecuados.

Las regiones donde está presente el vicariato sobrellevan un gran estrés hídrico. Alrededor de Mongo, las montañas vecinas son un desafío real para permitir el acceso al agua. Existen proyectos de pozos. Pero, a veces la roca de la montaña impide excavar. Además, en varios lugares la roca es incompatible con la existencia de mantos freáticos.

Un problema recurrente en todo el país, y nuestras regiones no escapan a ello, es la acogida de los estudiantes. Las infraestructuras y los medios humanos son insuficientes. En Mongo, el número real pueden ir hasta cien alumnos por clase. De la misma manera, los libros de texto son en número insuficiente. Se estima a nivel nacional que hay un manual para siete alumnos. Por su parte, en las clases de catequesis se tiene un libro para cada diez niños. Estas condiciones de trabajo no favorecen una buena escolarización.

Las comunidades cristianas son pocos numerosas. Por un lado, son dinámicas y vivaces, y por otro frágiles y en todo momento tentadas por la conversión al islam. Esta situación de minoría, las hace sentirse con vocación para el encuentro. El vicariato se reconoce como una Iglesia del Diálogo de la vida y de la colaboración ante los desafíos comunes del agua, la inseguridad alimenticia, la precariedad de la salud, de la escuela y de la paz.

Los misioneros xaverianos han decidido hacerse presentes en esta zona y apoyar, con la fundación de una nueva misión, a las minorías de menos del 1% de cristianos dispersos en este inmenso territorio, ofreciendo también su presencia, testimonio y servicio al 95% de musulmanes que viven en el mismo entorno de Mongo.

Desde México, queremos apoyar esta nueva fundación en Chad, dedicando nuestra Cuaresma Misionera 2019 a apoyar tres de sus grandes necesidades:

  • · excavación de pozos,
  • · creación de bancos de cereales,
  • · apoyo a la educación y catequesis de los niños y jóvenes.

Mongo ya está listo para recibir a los misioneros xaverianos. Ofrezcámosles nuestro apoyo generoso haciendo que todo ayuno y sacrificio se convierta en solidaridad para con esta nueva misión xaveriana en el mundo.

Los xaverianos de México agradecemos de antemano su participación a la campaña misionera de la Cuaresma de este año. Dios retorne en bendiciones abundantes su generosidad para con Mongo, Chad.