Skip to main content
P. Juan Olvera s.x.

Configuración con Cristo

Nuestra vida cristiana como discípulos de Cristo es una llamada a vivir con Él y colaborar con Él en la construcción del reino de Dios. Esta llamada puede expresarse en maneras diversas como conocimiento de amor, seguimiento de Cristo, unión con Cristo, identificación con Cristo o configuración con Cristo. “Yo soy el camino, la verdad y la vida; aquel que me siga, no caminará en tinieblas” (Jn 14,6), dijo el Maestro divino.

Y estas palabras deberían convencernos sobre el deber que tenemos de mantener siempre fija la mirada en Él, como modelo incomparable que debemos imitar (1927, 25 de diciembre, Parma-Catedral, Homilía para la Navidad “El misterio navideño, en Antología, p. 363).

El seguimiento de Cristo como suma total de la vida cristiana, nos lleva a la vivencia práctica de Jesús y sus apóstoles. Al mismo tiempo, el seguimiento de Cristo se refiere a quienes han orientado su vida conforme a los valores del Evangelio, transformándose en discípulos misioneros de Jesús. Todo esto es un proceso de conformación e identificación con Jesucristo. Este proceso requiere que cada uno viva esta experiencia, descubriendo sus motivaciones y asumiendo sus actitudes más importantes. En este camino personal, avanzamos en el dejarnos transformar por el Señor según su persona y proyecto. Nos dejamos hacer uno con el Señor al comprometernos en la construcción de su reino.

Este seguimiento de Cristo es un camino gradual y progresivo que nos lleva a la configuración con Cristo: De todo esto, estaba muy convencido el Apóstol, el cual escribía: “Mi vida es Cristo; Él vive en mí”. De esta manera no se cansaba de repetir a los primeros cristianos que se debe manifestar continuamente en nosotros la vida de Cristo, que tenemos que tratar constantemente de formar a Cristo en nosotros y trabajar continuamente para crecer en Él (1925, junio-julio-agosto, Parma, Manuscrito “La palabra del Padre”: Páginas confortianas 349, en Antología, p. 378).

Nuestra consagración misionera, quiere ser una forma específica de llevar a cabo el seguimiento de Jesucristo propuesto en el Evangelio. De hecho, esta consagración misionera es testimonio del Señor en el mundo, especialmente donde no es conocido. Deseamos que sea conocido y amado por todos los pueblos de la tierra. Por tanto, nuestra vocación es un caminar desde Cristo, proclamando los valores del reino entre los más pobres que no lo conocen.

Estas son algunas características del seguimiento de Cristo que puedan iluminar nuestro propio caminar:

-          Nuestra vocación comienza con la llamada personal que Dios nos hace; llama por nombre; toma la iniciativa. El don que regala se hace proyecto para cada uno. Al mismo tiempo, nos pide una respuesta de amor libre y generosa.

-          En nuestro tiempo, seguir a Jesús es identificarnos con Él y su proyecto según su mandato misionero. En este camino adoptamos sus actitudes interiores, asimilamos su manera de pensar, aspiramos sus valores y soñamos con sus ideales.

-          Nuestro seguimiento misionero implica compartir la existencia con otros seguidores suyos. El seguimiento misionero de Jesús requiere la comunión de vida. La comunidad es espacio vital donde vivimos los valores evangélicos. El anuncio del Evangelio se encomienda a la familia misionera.

-          El seguimiento de Cristo es compartir su misión. Quienes le consagran su vida, actualizan su acción salvadora por medio de un sinfín de servicios en el mundo de hoy: anunciar y anticipar el reino de Dios. Anunciar a Jesucristo es el mejor servicio que podemos ofrecer a la humanidad.

-          El seguimiento de Cristo implica una entrega total. Le consagramos todo lo que somos y tenemos para toda la vida. En esta gratuidad generosa encontramos la plenitud de nuestras vidas.

-          Todo esto se vive bajo el impulso del Espíritu Santo. La gracia del Espíritu inspira un modo peculiar el seguimiento de Jesús en sintonía con la Iglesia y la inspiración del Fundador. Recordando: el Espíritu Santo es el protagonista de la misión.