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P. Jesús Tinajera

Jóvenes inquietos por la verdad

Muy querido amigo, sabiendo que tu alma va por el buen camino, te deseo que goces de buena salud y que todos tus caminos te den satisfacción (3Jn 2,2)

A todos nos interesa la verdad, pero los jóvenes se inquietan por la verdad. La razón fundamental de esta inquietud radica en el camino que comienzan a recorrer, y nadie quiere caminar por sendas de tropiezos y de engaños. El apóstol san Juan, en su tercera carta nos hace descubrir una parte de esta verdad que nos ocupa. Por un lado comprendemos que la verdad por antonomasia es Cristo: Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). San Juan es el apóstol de la verdad; y todo el que actúa en Cristo, vive en la verdad y al mismo tiempo es verdadero; así comprendemos por otro lado, que la verdad es un modo de vivir: imitando al mismo Cristo.

Tu alma va por buen camino

Todos los jóvenes, interesados por el conocimiento de Cristo y de la Iglesia, preocupados por el destino del mundo y el crecimiento de la humanidad, son testigos de la verdad. Los que viven inquietos por la desigualdad, la pobreza y la marginación, son jóvenes interpelados por la verdad misma. Son ellos, los primeros que se preguntan, ¿qué hacer? ¿Cómo prepararse para dar soluciones a estas inquietudes? Sabemos que, no todos los jóvenes viven cuestionándose por el futuro, hay quienes viven cada día, pensando solo en ellos mismos, estos, no van por buen camino. Tampoco van por buen camino todos los que creen que el engaño, el egoísmo y la división llevan al triunfo y a la satisfacción; estos, más bien, son enemigos de la verdad.

Que todos tus caminos te den satisfacción

El apóstol san Juan, en su tercera carta, escribiendo a su amigo Gayo, lo alaba por su comportamiento: Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad (3Jn 4). En realidad este amigo no ha hecho nada de extraordinario, según el comportamiento de un verdadero cristiano, ha tratado bien a los demás, sobre todo porque son extranjeros, ha asumido cargos en las asambleas litúrgicas y provee de sus necesidades para el camino, a los que salen de viaje. Estos son los caminos que dan satisfacción. Y esta manera de vivir es vivir en la verdad y es estar con la verdad. Cristo es el modelo para ser testigos de lo verdadero, de lo noble y de lo justo; así lo expresa también el apóstol san Pablo: Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo, limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso; en todos los valores morales que merecen alabanza (Flp 4,8).

Reflexión

¿Cuál es la razón de mi existencia: la humanidad en general o mi vida misma? ¿Soy consciente que la verdad que busco es sentirme que voy por el buen camino y lleno de satisfacciones? ¿He encontrado en Cristo y su doctrina un modelo a imitar?