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P. Juan Juárez s.x.

Yo también quiero ir

 

1.- ¿Te podrías presentar brevemente?

Hola, me llamo Salvador Perusquia Feregrino, originario de Pedro Escobedo, Qro. Soy el décimo de trece hermanos, de los cuales siete de ellos ya están en el Paraíso (cuatro hermanas y tres hermanos), junto con mis padres José y María del Rosario.

2.- ¿Podrías contarnos como nació tu vocación?

Mi vocación nació de una manera muy sencilla, cuando estaba en tercero de primaria, le dije a una de mis hermanas que algún día yo las iba a confesar. Terminada la primaria, entré en el seminario de San Juan del Rio en 1971, donde cursé la secundaria y la preparatoria. De allí pase a Salamanca para cursar el postulantado y noviciado, y luego a Guadalajara para cursar la filosofía. Después de un año de prefectado en San Juan del Rio, volví a Guadalajara para cursar la teología hasta ser ordenado el 22 de diciembre de 1985.

3.- ¿En qué misión has trabajado?

Estuve trabajando en la misión de Indonesia desde 1993 hasta febrero del 2016. Allí tuve la oportunidad de haber trabajado en una parroquia, en la formación y en la casa Regional como rector y ecónomo. Cuando estaba estudiando el tercer año de secundaria, el padre Jorge Masi que había trabajado en Indonesia, nos habló de su experiencia de misión y a mí me entusiasmo tanto que dije para mis adentros, yo también quiero ir a trabajar en esta misión.

4.- ¿A qué te dedicaste en tu misión?

En mi primera etapa de misión estuve trabajando durante diez años en una parroquia de la diócesis de Medan, al norte de Sumatra. Allí me dedique a celebrar los sacramentos en los ranchos de la parroquia, a animar la pastoral juvenil y a impartir cursos para la formación de los agentes de pastoral de la parroquia.

En la segunda etapa estuve trabajando en la formación, un poco más de diez años, con los jóvenes de preparatoria que querían entrar al seminario. Y mi última etapa de trabajo fue en la casa Regional, allí atendía a los padres xaverianos que estaban de visita para realizar encuentros de formación, animación misionera, consejos regionales o simplemente de paso. Además me tocó también atender a los padres ancianos de la casa y auxiliar a los enfermos del hospital que estaba a cargo de uno de los padres xaverianos, iba dos veces por semana y también dedicaba tiempo a la pastoral.

5.- ¿Cuáles fueron las principales dificultades que encontraste?

Las dificultades que tuve que enfrentar fueron muchas, sobre todo al inicio, fue el estudio del idioma. Segundo el enfrentarme con nuevas culturas y religiones, sobre todo la cultura javanesa y bataka que son completamente diferentes: los primeros te pueden hablar dulcemente de frente, pero te pueden llegar a criticar por detrás. En cambio, los segundos, te enfrentan inmediatamente y solucionas todos los problemas. En cuanto a las religiones, sobre todo, la más difícil de relacionarse fue la musulmana, porque es la gran mayoría en Indonesia, y además en algunos lugares existen grupos extremistas.

6.- ¿Qué es lo que más te llamó la atención de las personas con las que conviviste?

Lo que más me llamó la atención, fue la sencillez y la serenidad de las personas indonesianas. También su espíritu de trabajo, la unión que hay entre ellos. En general son muy amables, esto se nota cuando los visitas, inmediatamente te ofrecen un té o un café, que es lo típico, como signo de hospitalidad.

7.- ¿Cómo te sientes en tu nuevo trabajo aquí en México?

Me siento muy contento con mi nuevo trabajo que me ha asignado la Región: ser maestro de novicios. Es un trabajo muy empeñativo pero a la vez muy satisfactorio porque me da la oportunidad de compartir mi experiencia misionera y al mismo tiempo preparar a los que serán los futuros misioneros.

8.- A ti que te dice la frase “la misión en el corazón de la fe cristiana”, que el papa Francisco eligió como lema para la jornada del Domund de este año.

En el mensaje con motivo del Domund, el Papa nos dice que la misión de la Iglesia no es la propagación de una ideología religiosa, ni tampoco la propuesta de una ética sublime, sino que a través de la misión de la iglesia, Jesucristo sigue evangelizando y actuando, por eso ella representa el kairos, el tiempo propicio de la salvación en la historia. Desde mi experiencia pienso que lo que debemos transmitir, es el Evangelio que es Jesucristo mismo, es decir, que con el testimonio de nuestra vida debemos darlo a conocer a los demás.

9.- ¿Qué mensaje darías a los jóvenes?

Quisiera decirles que no tengan miedo al llamado de Dios. Si Él los llama, es porque les tiene asignada una misión que realizar ¡Y qué mejor que ser misioneros! No saben la oportunidad que el Señor les ofrece para compartir el Evangelio y su vida con los demás.

10.- ¿Alguna frase memorable?

“Sigue siempre adelante, que el Señor nunca te abandona” y “No dejes de hacer para mañana lo que puedas hacer hoy”.