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P. Alberto Morales s.x.

No quiso caminar sola

Cuando se habla de las misiones católicas, el nombre de Pauline Jaricot es imprescindible. Nació en Lyon, Francia, el 22 de julio de 1799. Su familia se dedicaba al comercio de la seda. En su juventud llevó una vida de lujos, pero un día al escuchar un sermón sobre la vanidad, le causó una fuerte impresión que decidió cambiar de vida. Otros dos acontecimientos influyeron para que optara por seguir una vida de oración: la caída de unas escaleras, que la hizo perder temporalmente el habla y más tarde, la muerte de su madre.

En la navidad de 1817 se consagra para vivir en castidad; enseguida empieza a fundar grupos de oración atrayendo a muchas jóvenes de su edad. Más adelante, escuchando y leyendo algunos relatos de misioneros, se dio cuenta de que muchas misiones la pasaban mal económicamente; fue así que tuvo la idea de pedir a la gente un centavo semanal para ayudar a las misiones y sus misioneros. De esta manera sencilla empezó lo que hoy conocemos como la obra pontificia de la Propagación de la Fe. En otras palabras, es gracias a ella que existe el Domingo Mundial de la Misiones (DOMUND).

Pero eso no es todo, en 1826 Pauline fundó también la Asociación del Rosario Viviente en la cual los asociados tenían la responsabilidad de rezar el rosario diariamente. Fue tan grande la aceptación de esta iniciativa que actualmente existe en todo el mundo, y desde 1832 el papa Gregorio XVI le otorgó un estatus canónico a la Asociación.

Las obras de Pauline se difundían con mucho éxito en toda Francia y fuera de ella. Un día fue a confesarse con el santo Cura de Ars y este le dijo en tono profético: “Sus ideas misioneras son muy buenas, pero Dios le va a pedir fuertes sacrificios para que logren tener más éxito”. Dichas palabras se cumplieron a la letra pues Pauline tuvo que enfrentar muchas incomprensiones a causa del dinero que recababa para las misiones. Queriendo mejorar la condición de los obreros crea una fábrica que llamó Nuestra Señora de los Ángeles, la confió a personas equivocadas que la estafaron y perdió todo.

Al final de su vida Jaricot perdonó a quienes la habían estafado y a quienes la habían hecho sufrir, estaba feliz de saber que su gran obra en favor de las Misiones seguía creciendo. Pauline murió el 9 de enero de 1862.

Esta gran mujer es ejemplo de compromiso laical misionero, no quiso caminar sola en la fe, sino que buscó eso que hoy llamamos la sinodalidad, caminar juntos, porque solo así damos testimonio de nuestra fe en Jesucristo, misionero del Padre.

Pauline, la mujer del DOMUND, fue beatificada el 22 de mayo de 2022. Que por su intercesión no falten misioneros y misioneras en nuestra Iglesia.