Tú bien sabes lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espada, tan solo redes y mi trabajo… ¿Cuántas veces no hemos cantado y escuchado este canto en la iglesia en el momento que nos acercamos a comulgar el Cuerpo de Cristo? ¡Y pensar, que en esta comunión el mismo Jesús nos llamaba a lanzar las redes para transformarnos en pescadores de hombres y mujeres!

Actualmente muchos de nosotros tenemos y usamos nuestras redes de las cuales sacamos provecho para el trabajo, para comunicarnos, para relacionarnos… las que llamamos redes sociales. Son instrumentos que en este tiempo de pandemia nos han favorecido para continuar con algunas de nuestras actividades laborales, escolares, religiosas, familiares y de amistad.

En este ambiente en que nos encontramos, Jesús nos invita a lanzar estas redes para anunciar la buena nueva, la Palabra de Dios, su Evangelio, su Reino que es de amor, reconciliación, justicia, paz, perdón… y de cierta manera dejarnos pescar por su mensaje de salvación, con el cual Jesús sigue haciéndose presente con su Palabra que nos llama a estar con Él, incluso, en este tiempo difícil.

Descubramos qué es lo que Dios espera de mí, de mis pensamientos, mis proyectos, mis deseos, mis amistades, mis estudios, mi familia, en resumen, qué es lo que Dios quiere de mi vida, dejándome atrapar por estos mensajes que puedo encontrar en estas redes y por supuesto, usando bien estas redes para que otras personas puedan encontrarse con Jesús de Nazaret que nos sigue llamando: Ven y sígueme.

Existen muchos tipos de redes, donde según un sondeo las más usadas en el mundo son: Facebook, YouTube, WhatsApp, Messenger, We Chat, Instagram, entre muchas más. Sería bueno preguntarnos: ¿Cuál es la que uso más? ¿Cuál es la que más me gusta? ¿Cuál es la más útil? ¿Cuál responde a mis necesidades? ¿Cuál me ayuda a encontrarme o responderle a Dios?

Lanzar las redes tiene un doble sentido. El primer sentido es, que al lanzarlas obtenga yo un provecho, una respuesta a mi necesidad, a mi curiosidad. El segundo sentido es de lanzar, es decir, aventar, abandonar, porque esas redes nos pueden atar, distraer, obstaculizar, no dejarnos ser libres, alejarnos del proyecto de Dios, en lugar de encontrar una respuesta positiva, nos pueden degradar, provocar enojo, separación, pleitos, distracciones, discusiones.

Por lo que estamos invitados a hacer un buen discernimiento sobre el uso de estas redes para que sean orientadas hacia la voluntad de Dios… ya sea, el dejarnos pescar por su mensaje de salvación o difundir este mensaje de amor y participar de esta invitación que Jesús nos sigue haciendo: Ven y sígueme y haré de ti un pescador de hombres…

Los Misioneros Xaverianos te invitamos a visitar las redes que estamos usando: xaverianos.org, por el Facebook: xaverianosmx y misioneros xaverianos vocaciones.

Sea por todos conocido y amado, nuestro Señor Jesucristo