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PP: Rolando, François y Juan Antonio

Un sueño hecho realidad

Nuestra presencia en Marruecos, en la Diócesis de Tánger, inicia en pleno tiempo de covid-19, sin obispo titular, en una situación de precariedad… teniendo que reparar la casa donde vivir… pero confiados en el Señor.

Hace tres años, los Misioneros Xaverianos, reunidos en Capítulo General, nos hemos manifestado muy a favor de esta fundación, por el hecho de que se trata de una presencia de primer anuncio en contexto mayoritariamente musulmán.

Sin embargo, la presencia xaveriana en Marruecos se remonta a las actividades de verano que la región de España organizaba como, campos de trabajo con migrantes en Ceuta o experiencias vocacionales de misión y espiritualidad con jóvenes españoles en tierras marroquíes.

El contexto social al que ahora pertenecemos, es de un país musulmán que no admite conversiones al cristianismo, pero donde judíos y cristianos son minorías muy estimadas, aceptadas y protegidas por el Estado. Por ahora, nuestra comunidad xaveriana está formada por tres componentes: padres François, Rolando y Juan Antonio.

Algunos puntos a favor que justifican nuestra presencia en Marruecos son los siguientes:

▬ Realidad y cultura predominantemente islámicas, con la posibilidad de diálogo interreligioso, intercultural y de convivencia fraterna con todos.

▬ Disponibilidad de la Iglesia local para recibirnos, con su estilo de comunión y gratuidad, con su pobreza de medios y de espacios, pero bien integrada en la sociedad de Marruecos.

▬ La posibilidad de convivir y de colaborar con otras congregaciones, con los laicados xaverianos, con voluntarios, involucrados en el servicio gratuito para los más necesitados.

▬ La cercanía con otras regiones xaverianas y, por consiguiente, la facilidad de intercambio de personal, de presencias y de experiencias, incluso para la AMV y la formación.

Para responder a estos desafíos y posibilidades que se nos presentan, queremos ser una comunidad de fe que ora, pues, en este país, el ambiente general es de personas orantes. Nuestra presencia debe estar arraigada en Dios: Los musulmanes esperan el testimonio de verdaderos cristianos, el testimonio de vidas entregadas, que han sido transformadas por la presencia íntima de la trascendencia, y convertidas, por gracia, en algo deseable, comunicable y grato.

Como xaverianos, estamos convencidos que el primer anuncio que podemos dar como misioneros, es nuestro testimonio como comunidad de hermanos que viven y trabajan juntos con alegría, persuadidos que el sujeto de la misión no es el individuo sino la comunidad. Una comunidad al servicio del encuentro con el hermano y con la comunidad musulmana, con apertura y aprecio de su cultura e idiosincrasia.

Queremos realizar esta misión en la sencillez y cercanía con la gente, haciendo una opción evangélica por los pobres, los marginados, los humildes y los que sufren, compartiendo sus problemas y caminos de liberación.

Por lo que es fundamental que seamos creativos, inventivos y capaces de trabajar en sintonía; con disponibilidad para descubrir por dónde sopla el Espíritu y hacia dónde nos dirige. Recordando que una de las motivaciones de esta apertura ha sido la de crear puentes entre nuestras culturas y el mundo musulmán.

Por ahora, a cuatro meses de llegados, estamos considerando que una vez que nos asentemos en Castillejos (lugar de nuestra misión) podrían ser, gradualmente asumidas, algunas de las siguientes actividades: apertura de centros culturales como lugares de encuentro y conocimiento de lenguas, talleres, apoyo escolar para niños, promoción de la mujer, acompañamiento de migrantes, programas de respaldo a situaciones de extrema pobreza, etc.

Se podrían asumir, también, algunas Eucaristías dominicales en las comunidades vecinas de la cercana parroquia de Tetuán, y explorar las posibilidades de diálogo con la cofradía sufí Alawiya de Tetuán con la que ya se tiene algún contacto…

Ya en el terreno, exploraremos el tipo de colaboración que podamos establecer con otros centros culturales ya existentes; con los franciscanos de la parroquia Nuestra Señora de las Victorias de Tetuán y otros entes cristianos; con los jóvenes subsaharianos que estudian en las universidades de la zona; con la realidad de los migrantes…

Obviamente, uno de los momentos relevantes de la fase introductoria en la que ahora nos encontramos es nuestra inserción en el mundo marroquí y en la Diócesis de Tánger: adquiriendo el status de residentes en el país, estudiando la lengua local, conociendo las distintas instancias de la Iglesia de Tánger, apoyando en las distintas situaciones que ha generado la pandemia… Valoramos como prioritario que desde el inicio nos demos a conocer a través del encuentro y la amistad lo más amplia posible.

Como en todo comienzo no faltan las dificultades, y para llevar a cabo este proyecto de testimonio e integración en esta realidad, es necesario arreglar los ambientes de la casa en la que se inicia la vida de nuestra comunidad misionera, y dos salones de uso múltiple para las próximas actividades que realizaremos. Es por esta razón que solicitamos su ayuda, para que este proyecto pueda seguir avanzando.

Agradecemos a Dios por haber hecho posible el sueño de una nueva presencia en tierras islámicas hermanas. Igualmente, expresamos aquí nuestro más profundo agradecimiento a todos aquellos que con su generoso apoyo y oración comparten el proyecto de la familia xaveriana en Marruecos. Confiamos la comunidad xaveriana de Marruecos y a todos sus colaboradores a la protección maternal de Nuestra Señora de Marruecos.