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P. Guillermo Jiménez s.x.

Los discípulos de Jesús continúan su misión

El Evangelio según san Marcos muestra a Jesús preocupado, desde el principio de su vida pública, por rodearse de discípulos; por esta razón, después de dos versículos que presentan a Jesús predicando: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca: conviértanse y crean en la Buena Nueva (Mc 1,14-15), la primera acción determinada es el llamado de dos parejas de hermanos a quienes invita a ir con Él (cfr. Mc 1,17). Desde entonces, todo lo que realizará Jesús será en presencia de sus discípulos. Cuando Jesús envía a los Doce, el evangelista no narra lo que Jesús hizo mientras ellos no estaban con Él; para llenar el hueco, introduce a Herodes que se preguntaba sobre la identidad de Jesús y la narración de la muerte de Juan el Bautista (cfr. Mc 6,14-29), para después relatar el regreso de los Apóstoles.

¿Cuál es la función de los Doce? Nos lo cuenta el autor con estas palabras: Jesús subió al monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él. Instituyó Doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar (Mc 3,13-14). Son llamados para estar con Jesús y ser enviados a predicar; notemos que en este Evangelio se les llama Apóstoles –cuyo significado es enviados– solo cuando han regresado a Jesús después de ser enviados, de cumplir con la misión que Jesús les encomendó, mientras que antes solo son llamados los Doce.

Podemos decir que antes del misterio pascual (pasión, muerte y resurrección) es el tiempo para estar con Jesús, en tanto que después de la Pascua es el tiempo para cumplir con la misión, lo que algunos llaman el gran mandato, que viene precisamente con la visión del Resucitado, antes de subir al cielo. El gran envío es presentado por todos los evangelistas, a excepción de Lucas (Mt 28,16-20; Mc 16,15-18; Jn 20,19-23); Lucas hablará de ello en su segundo libro poniendo en boca de Jesús esta respuesta a las expectativas de los discípulos sobre el momento de restablecer el Reino de Israel: A ustedes no les toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad, sino que recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hch 1,7-8).

El libro de los Hechos de los Apóstoles es el cumplimiento del mandato de Jesús, ya que expone la predicación que se hizo en Jerusalén, principalmente por Pedro acompañado de Juan, en toda Judea y Samaria, por Felipe y otros, y hasta los confines de la tierra, donde sobresale la figura de Pablo, enviado a predicar a las gentes. Así vemos que el libro de los Hechos de los Apóstoles es el escrito bíblico que nos transmite la misión efectuada por los discípulos de Jesús, quien prometió su asistencia: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20).