El 18 de noviembre de 1966, el papa Pablo VI recibió en Roma a Monseñor Catarzi, obispo de Uvira quien le habló de los 4 padres asesinados en Baraka y Fizi. El papa dijo:

Son sus mártires, conserven su memoria y veneren sus reliquias.

“La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”. Los restos mortales de los 4 siervos de Dios están en un mausoleo de las iglesias de Baraka y de Fizi, al lado del altar, accesibles a la veneración de la gente.

 El 13 de noviembre de 2016 monseñor Sébastien Muyengo Mulombe, obispo de Uvira, dio inicio a la causa diocesana sobre el martirio de los 4 siervos de Dios Faccin, Carrara, Didonè y Joubert. Todos fervientes discípulos de Cristo, cercanos a la gente hasta derramar su sangre… juntos.

La recopilación de los testimonios sobre la muerte y las virtudes de estos mártires concluyó el 29 de noviembre de 2017 en la Catedral de Uvira, RD Congo. Dicho proceso fue guiado por los padres Guglielmo Camera y Faustino Turco. Toda la documentación recabada se encuentra ahora en manos de los expertos del Vaticano para su análisis y aprobación. Mientras tanto, bajo la autorización de la Iglesia, podemos invocar la intercesión de estos mártires confiando en que Dios escuchará nuestras súplicas.