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Xavier Barrón González

¿A qué estoy dispuest@?

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¿Qué quieres conseguir en tu vida? Esta es una pregunta válida, y es quizás una de las preguntas más importantes que te harás en el transcurso de tu existencia.       Pero hay otra pregunta quizás igualmente importante ¿Qué estas dispuesto a sacrificar para conseguir lo que quieres? Nos centramos en la ganancia, en lo que podemos obtener, ¿pero te has detenido a pensar en el costo?                                         

 El filosofo Friedrich Nietzsche sostenía que “a veces, el valor de una cosa no esta en lo que uno consigue con ella, sino en lo que uno paga por ella - lo que nos cuesta”. Puede que en este nuevo año que acabamos de comenzar te propongas nuevos objetivos en tu vida y con dedicación logres algunos o todos tus propósitos, sueños, metas y que obtengas un gran valor por eso, pero ¿a qué precio?

Pensemos en los Santos y Santas mártires de la Iglesia San José Sánchez del Rio, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Asís, Pio de Pieltrelcina, San Francisco Xavier, San Guido María Conforti o un San Pablo diciendo para mí, la vida es Cristo y la muerte una ganancia etc. La Iglesia los ha proclamado Santos y Santas, pero fueron hombres y mujeres ordinarios con defectos, virtudes, pero con una fuerte convicción en su creencia en Dios y en trabajar por el Reino de Dios, perdiendo así su propia vida, no les importaba puesto que su meta y sus propósitos eran claros y objetivos.

Nuestros sueños, propósitos, metas en la vida siempre nos exigirán un sacrificio y esto también lo podemos observar en las clásicas películas de ficción de super héroes o historietas (comics) desde ver a un Peter Parker que tiene que renunciar a tener un noviazgo normal con Mary Jane y vida ordinaria como todos, para poder ser Spiderman y optar por el bien común. O también por ejemplo un Thanos ambicioso con ansias de poder ser el único emperador que logre tener las cinco gemas del infinito para controlar o destruir todo cuanto existe, pero lamentablemente también sacrificó algo a su propia hija para obtener la gema del alma, pero lamentablemente ni aún teniendo las cinco gemas logra obtener paz y felicidad. Así como también un Vegeta un guerreo soberbio, sarcástico, orgulloso que al enfrentarse a Majin Boo opta por destruirlo perdiendo su propia vida por un bien común.

O sencillamente pensemos en una familia ordinaria donde papá, mamá tienen que renunciar a sueños individuales por formar una familia y tienen que sacrificar gustos, pasatiempos, fuerza por sus hijos esto también es un sacrificio, pero no se reconocería como tal, porque lo que hay detrás de ese sacrificio es amor.

Te invito también a que reflexionemos que en el continuo devenir nos han hecho creer que al lograr todas nuestras metas, sueños e ilusiones seremos felices.            Pero al lograrlo puede que nos demos cuenta que nos faltan cosas del presente, un ser querido, nuestra salud, nuestra juventud, …. creemos que nuestra felicidad está en un futuro, pero, si lo analizamos bien nuestra felicidad se encuentra en el presente en el disfrutar las pequeñas cosas que la vida nos brinda, porque es el único lugar donde estamos nosotros.

“Nadie puede bañarse dos veces en el mismo rio” dijo un filósofo antiguo, Heráclito

El rio esta en continuo devenir, al bañarnos por segunda vez, el rio no será el mismo en el cual nos hemos bañado en el pasado. Pero lo mas importante es que nosotros tampoco seremos la misma persona. Nuestro  presente no será el mismo al del futuro, aquel al que le damos responsabilidad de obtener la felicidad. Estamos en un constante devenir, las cosas cambian continuamente y nosotros no somos una excepción. Nunca más volveremos a estar en este presente, no se puede repetir ni un solo instante. No podremos volver a nuestra niñez, o a un momento en el que fuimos felices porque la persona que experimentó esos momentos ya no está.  La única versión de nosotros es la del presente, y en el disfrute del presente es que podremos ser realmente felices.

Por otro lado, tal vez no sabes cómo llegar a tu objetivo, quizás tu versión actual no es capaz de llegar a cumplir todo aquello que quieres conseguir. Entonces, ¿Qué parte de ti sacrificarás para convertirte en aquel que sí puede hacerlo?

Never Say Never, Mark Callaway