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Edgar Nava Pérez

El don de la vocación misionera

Mi nombre es Edgar Nava Pérez, soy el hijo mayor de José Luis Nava Uribe y María del Pueblito Pérez García; tengo tres hermanos: Lissandro, German y Grisel. Pase mi infancia aquí en Amealco, Querétaro, de donde soy originario. Nací el 21 de abril de 1987, fui bautizado el 13 de junio del mismo año y confirmado el 31 de enero de 1988.   Al finalizar la primaria en la escuela Josefa Ortiz de Dominguez, ingresé al seminario menor de los Misioneros Xaverianos de San Juan del Rio donde estudié la secundaria y preparatoria en el Colegio Centro Union (CCU) de 1999 al 2005. Durante estos años comenzó a germinar la semilla de mi vocación.

Con dudas y a la vez con curiosidad, decidí dar una oportunidad para hacer una mejor decisión vocacional en el postulantado de Salamanca. Fue en esta etapa en la que pude darme cuenta de la presencia de Dios a lo largo de toda mi vida y el amor que me había mostrado de tan diversas maneras pero que yo nunca había reconocido. Fue por eso que quise convertir mi vida en una acción de gracias a Dios y ser misionero para tratar de ayudar a más personas a darse cuenta del amor que Dios tiene por la humanidad. Con esta motivación, hice mi primera profesión religiosa el 22 de Julio del 2007.

Enseguida partí a Guadalajara (2007-2010) donde estudié la licenciatura en filosofía en el Instituto de Formacion Intercongregacional de México (IFFIM). En esta etapa trabajé también en la animación misionera y promoción vocacional. Al terminar los estudios, regresé a San Juan del Río a colaborar en la formación de los seminaristas y como profesor de religión en el CCU del 2010 al 2012.

Al terminar,  tuve la dicha de estudiar teología en Filipinas (2012-2018) lo cual era parte de mi sueño como misionero xaveriano: conocer y trabajar en Asia, el continente donde San Francisco Xavier desgastó su vida por la proclamación del Evangelio y en donde San Guido Maria Conforti tenía puesto su corazón. En este periodo estudié inglés, luego Teología en Loyola School of Theology (LST) por cuatro años y un año para estudiar Tagalo, la lengua local, asi como ayudar en la pastoral de la parroquia San Francisco Xavier, en la diócesis de Novaliches.

Después de mi ordenación, he sido destinado a trabajar como misionero en Tailandia, un país predominantemente Budista con una maravillosa historia y cultura, donde mi primer tarea será a aprender la lengua local, el Tailandés.

Le doy gracias a Dios por el don de la vocación al sacerdocio y a la vida misionera. Me encomiendo a las oraciones de todos ustedes. Que el Señor nos de la fortaleza necesaria para ser sus misioneros donde quiera que nos encontremos, ya sea en nuestra propia tierra con los que nos conocen o al otro lado del mundo.

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